La Cultura Chupícuaro es originaria del periodo del Preclásico Superior o Formativo. Su época de esplendor abarcó del 800 a. de c. al 200 d. de c.
En Lengua Purépecha significa: “Lugar de Cielo Azul”. De Chupicua: Azul, y ro: Lugar.
Chupícuaro está hoy cubierto por el agua de la presa Solis. Se localiza cerca de la Ciudad de Acámbaro en el sureste del estado de Guanajuato.
Si bien no ha sido posible determinar el origen exacto de este pueblo mesoamericano, su gran característica es la de una basta producción de cerámica. La agricultura fue su principal medio de alimentación. El cereal preferido era el maíz, mismo que se molía en metates para obtener harina. Ambas condiciones, la cerámica y la agricultura, constituyeron un claro ejemplo del paso del hombre nómada a sedentario.
Epoca Prehispánica:
Chupícuaro quedó asentado en medio de los Ríos Lerma y Tigre o Coroneo. Sus habitantes vivían en chozas o jacales elaborados con lodo, plantas y hojas de la región. Tuvieron un alto culto a la vida y a la muerte. A sus muertos los hacían acompañar de ofrendas y los enterraban en diferentes posiciones, lo que es interpretado como parte de la pertenencia a un grupo social determinado. Incluso, se llegaba a sacrificar a un perro para que acompañara al difunto en su tránsito hacia el mundo ultraterreno. También rendían culto a la maternidad y a la fertilidad de la tierra. Como un pueblo aldeano y pacífico que era, sin grandes construcciones como otras civilizaciones prehispánicas, recurrió a la recolección de frutas y raíces, a la caza y a la pesca.
Pero la principal aportación de Chupícuaro fue la cerámica. En este sentido abundaron las vasijas y las figurillas, producto del talento y las manos prodigiosas de sus pobladores. Las vasijas tenían dibujos geométricos y motivos textiles diversos con los colores rojo, crema o bayo y negro. Era una cerámica polícroma (de tres colores). La bícroma (de dos colores) era generalmente de crema o bayo con rojo y la monócroma (de un solo color) de rojo o café. Sobresalió el uso de la arcilla, la concha, el hueso y la piedra. El fino acabado y el brillo de la cerámica le dio una notable belleza estética. Las piezas de cerámica llagaron a simular figuras y caras de personas, de animales y de vegetales.
Los habitantes de Chupícuaro no sólo conocían el uso del fuego, sino los instrumentes musicales como las flautas, ocarinas, silbatos y sonajas. Se cree que tenían un tipo de música propia, misma que servía para ceremonias rituales. Asimismo debieron conocer la danza. Las puntas de flecha y de lanza que usaban para la caza y la pesca eran de obsidiana, un material que abundó en la región del norte de Michoacán.
Bibliografia:
https://www.facebook.com/notes/viento-nocturno/la-cultura-chup%C3%ADcuaro-los-habitantes-del-cielo-azul/504428176280197
https://www.facebook.com/notes/viento-nocturno/la-cultura-chup%C3%ADcuaro-los-habitantes-del-cielo-azul/504428176280197
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